Por Sergio Rinaldi
"Mucha gente pequeña,
en lugares pequeños,
haciendo cosas pequeñas,
puede cambiar el mundo”
Eduardo Galeano
Este adagio nos acerca a historias de gente sencilla, haciendo cosas para pequeños, con un enorme corazón desbordado de solidaridad.
Historias que tienen rostros, historias que tienen nombres, anónimos de manos anónimas, todos, creando momentos intensos, emociones inolvidables.
Esta historia tiene un designio desde su nombre: Girando esperanza.
Surgió en la sensible iniciativa de una familia: Mariela y Alejandro, sus hijos María Paz y Lautaro, y con el eslabón inicial de su vecina Aitana se transformó en un grupo cómplice en la comunión de dar, construyendo lazos y redes para rodear soledades vulnerables.
Historias, rostros, manos de solidaridad.
"La idea de " Girando esperanza" empezó a gestarse luego que un merendero, en el cual participábamos activamente, cerró. En aquella experiencia brotaban sentimientos contradictorios: una gran tristeza por las necesidades de la gente y una impotencia que mutaba en alegría tras cada encuentro y esperanza de sueños compartidos."
Mariela recuerda aquella frustración inicial... eso no podía quedar por el camino, como equipo teníamos mucho para dar, muchas ganas, nos quedaba un vacío difícil de explicar, y ese deseo de mantener viva la llama de la solidaridad se transformó en un proyecto que definía su alcance, desde su página fundacional en Facebook:
"Girando esperanza" pretende alcanzar a todas aquellas familias que, por diversos motivos, se ven imposibilitados de acceder a lo que un bebé necesita cuando despierta al mundo... apelamos a la generosidad de todos los que puedan y deseen donar ropa de sus peques, para que llegue a manos de quienes más la necesitan; hacer que la ropa gire, se renueve y traiga ilusión, para que todos los papis y mamis puedan ver a sus bebés abrigaditos, con lo que básicamente necesitan, por lo menos, al comienzo.
Así de simple y profundo fue el llamado. En tiempo de crisis, tiempo de incertidumbres y temores, era una invitación a pensar en los niños más vulnerables, los más desprotegidos.
Inmediatamente comenzó a girar la idea.
Amigos/as, amigos/as de sus amigos/as, gente que no conocían y se enteraba por las redes, hacían llegar su apoyo y las primeras donaciones:
Carolina Hornos · 15 de julio Muy buena iniciativa!!
Gracias por incluirme!!
Marisa Salúm
· 15 de julio
A hacer girar esperanza!!!
Pia Molina
Miembros fundadores
· 16 de julio
Hermosa idea! Gracias por unirme al grupo y en estos días preparo ropita para donar!
Edi Caribe Cortes
· 26 de julio
Que maravilla que alegría saber que algún bebito podrá seguir dándole vida a la ropita! Que maravilla y que orgullosa me siento de conocer gente tan bella de corazón!
Que siga GIRANDO LA ESPERANZA!!!
Mariela Díaz Prestes Administrador · 27 de julio Gracias Gimena y Nancy por las donaciones!! Seguimos sumando!!!
Desde el inicio de la pandemia hemos sido testigos directos o escuchado relatos conmovedores, gestos de desprendimiento, especialmente en las periferias, donde la gente no puede aislarse y comparte hasta lo que no tiene.
La solidaridad engendra solidaridad, se multiplica en un gesto humano reconciliador con la vida frente a la opción que ve a cada uno de nosotros como un consumidor eventual, no como una persona humana con sus preocupaciones, alegrías y sufrimientos.
"Y comenzamos a conocer a las familias que con todo el amor del mundo recibían la ropita para sus hijos, y eso sí que nos llenó de emoción!!! Cuánto agradecimiento en las palabras, en los gestos, en las miradas. Todo el esfuerzo valía la pena!!! "
Andrea Meringolo: Que lindo. Emociona.
Virna Capurro: Cuanto amor en esas sonrisas!
Silvana Varela: Emoción!!!
Monica Elicegui: Solo con verles la caras de felices, es suficiente.
Alma Caró: Arriba Girando Esperanza.
Silvia Martinez: Felicitaciones por tan bello gesto.
"El grupo quedaba sorprendido ante la llegada de donaciones de todos lados, incluso, y esto es lo más emocionante, de aquellas familias que nos donaban las pocas cositas que lograban reunir, o sea, las más valiosas! recibían pero nos daban algo a cambio, ropita que juntaban con cariño y esfuerzo, en fin, es algo difícil de poner en palabras, es tanto el amor que se hace difícil describir el gesto.
Excepcionalmente, pudimos entregar juguetes el día del niño, gracias a que mucha gente impulsó la idea. Y ésa fue otra experiencia que nos llenó el alma! Las caritas de ilusión al recibir el regalo conmovió con lágrimas."
Daiana Gonzalez
15 de agosto a las 21:53
Muchas gracias a las chicas
por tomarse un tiempito para venir a traerme los juguetes para mis niños, muy agradecida.
Gracias Pía, Vanessa, y Renzo!!! Un éxito todo lo que recibimos!! .❤️
Muchas gracias Karina, Jimena, Nane, Mikaela!
Todo para hacer felices a muchos niños! ❤️
La propuesta ha recibido tanta repercusión de apoyos, que por momentos se han encontrado desbordados de llamados, tanto para ir a retirar donaciones , como para prepararlas y entregarlas, por eso, en este momento están afinando la organización para coordinar los esfuerzos de todos y cumplir con los compromisos en tiempo y forma.
La adhesión al Grupo ya supera los 200 miembros y van por más.
Los sueños de Mariela y sus colaboradores es que el proyecto Girando esperanza se vaya replicando en otros departamentos, con especial mirada sobre los lugares más olvidados del mapa de solidaridad, apoyados en una red de voluntarios que se aprontan a convocar, para asumir el desafío más alto.
Cómo la ves? Te anotas?
La solidaridad está en el corazón de nuestra humanidad.
Comenzamos la crónica citando a Eduardo Galeano, volvemos a él -a días de celebrar el 80 aniversario de su nacimiento- con otra cita que dignifica tan noble propósito:
La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba;
la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo.
Ser solidario implica ayudar al otro considerándolo un igual,
dar caridad es mirarle desde arriba, con compasión.
"Gracias a todos por tanto!! Si bien es una tarea de tiempo y dedicación, nos alegra y reconforta. Estamos felices! No hemos parado de recibir donaciones, hemos llegado a lugares que no imaginábamos a levantar donaciones y a llevarlas. Queremos que esta rueda no pare de girar. "
Ruedas humanas que dan vueltas y vueltas iluminando rostros de esperanza, porfiando todos los días apoyos para los últimos, los invisibles.
Sobre estos valores nos es concedido soñar, sentirnos profundamente humanos y construir otro tipo de mundo.
Un humanismo inquebrantable como la sonrisa de un niño.
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Nota: Para contactar a Mariela Díaz de Girando esperanza
Buscar su página de Facebook o copiar:
Querido hermanito tus palabras valoran y elevan lo resaltado en la crónica a condición humana de vida. Así es nuestro pueblo.
Usando el conocido ejemplo del Iceberg, todo el tiempo vemos lo pequeño sobre la superficie, pero no el enorme volumen de lo que está invisible. Lo más grande y más humano comúnmente no se visibiliza. Y son esos tantos anónimos, tantas y tantas organizaciones que se da el pueblo para ejercer su solidaridad. Humildes, sin perseguir la fama, sin estridencias. Hacer el bien por el bien en sí. Porque hay que ayudar y ta...Porque duele la pobreza, la necesidad del vecino, porque debo y puedo, sin libretos ideológicos, políticos, religiosos...Porque hay que ayudar sin calcular, sin medir recompensas. Así es mi pueblo.