Lo sé si me muevo.

Por Tamara CHIZ.

Blog (pre)Textos tiene el placer de compartir una buenanueva con ustedes.

Desde hoy y cada lunes Tamara Chiz nos invitará a una travesía de emociones y belleza a través de la danza. Con su bagaje de experiencias comunitarias intra fronteras y su sensibilidad creativa, cada lunes nos acercará una propuesta audiovisual para descubrir juntos el lenguaje del cuerpo que une al tiempo y el espacio con la música y la poesía.

Bienvenida Tamara, y que mejor presentación que sus palabras desde las garras del corazón...

Danzar… un estado emocional, un lugar de intuición, donde uno se funde con el todo en el goce del movimiento, en la penetración del espacio, en hacerse tiempo, ritmo, energía, dinámica en el decir, en el acto de la creación.

Visceral, intuitivo, emocional, espiritual, es hacer el amor con el espacio.

Cerrar los ojos, calmar el cuerpo, percibir la respiración y sumergirnos en un viaje, casi iniciático donde la música y el silencio comienzan a ser nuestro cuerpo.

Es la música que se transforma en colores, olores, texturas, imágenes, movimiento.

La escucha, la sensibilización corporal, musical y emotiva, el color, la búsqueda de texturas, sensaciones, el descubrimiento del decir y crear con el cuerpo como lenguaje por el movimiento, señalaban ya desde mi infancia una misión en mi vida.

Vivir en la toma de decisiones frente al mundo de sensaciones y emociones que se me abrían en la improvisación, aprender a elegir con sabiduría, aceptar a desechar lo que no me aportaba a la creación más allá de mi emocionalidad, fueron y son los lugares a los que mi memoria corporal –emotiva , recurre y se proyecta.

En este recorrido que ha sido la danza como arte comunitario, aprendí a pensar con el cuerpo y con la vivencia.

Aprendí a pensar juntos, aprendí que cuerpo es una palabra plural, aprendí que somos en la medida que pertenecemos y es en esa dimensión relacional que construimos nuestra identidad.

Aprendí que en mi Uruguay existen muchos Uruguay.

Somos un entramado de identidades diversas que se entremezclan. Somos comunidades invisibilizadas que sólo precisan de una rendija para encontrar la oportunidad de ser.

Somos rituales, creencias, lugares, apegos, ideas y maneras de aceptar los compromisos y compartir esperanzas en comunidad.

Somos ciertas certezas que encierran dudas: “Acá somos siempre los mismos”- me decía una niña- , hasta que mi cuerpo se mueve con el otro y sé que puede ser diferente y que a veces es mejor que sea igual pero diferente, porque estamos y percibimos con otra mirada.

En este recorrido-viaje, uno entiende que no sólo se trata de hacer arte sino de ser en el arte.

Cada proyecto educativo es siempre una construcción colectiva y una producción cultural, la comunidad no sólo intercambia experiencias y afectos sino que también propone incertidumbres y genera preguntas.

De esta manera el arte es transformador, imaginamos juntos trayectorias, vínculos y relaciones.

Es así que celebramos cada día como especial, único y extraordinario.

Damos importancia también a las narraciones mínimas que se van anudando a un gran relato o cuento colectivo.

Se trata pues, de crear un espacio que nos permita elaborar el sentido de lo que somos y lo que hacemos. Que nos permita valorizar o realizar transferencias de valor a los acontecimientos cotidianos, e intensificar de esta forma todo lo que descubrimos cada día.

Yo aprendí con las diferentes comunidades que el tiempo es relativo al igual que la velocidad, que la prisa es urbana, la calma es un río, la puerta de un pueblo es allá donde comienza, y el saber es movimiento.

Para los niños fue descubrir la capacidad de “decir sin explicaciones”, y para Julia de 8 años fue descubrir y decir en voz alta lo sé si me muevo.

Somos entonces sujetos de conocimiento a través del cuerpo.

Construimos nuestra identidad, nuestra narración, nuestra historia, a partir de maneras de ser y estar en el mundo, aplicando la creatividad para la vida cotidiana.

Junto con el autoconocimiento, la memoria, la conciencia social, el pensamiento estético, la intuición, la iniciativa, la afectividad, la empatía, profundizamos y promovemos la defensa de los derechos, intereses, deseos o necesidades para nosotros mismos y para los demás.

Así la Danza, el Arte, toman forma y sentido a través de los cuerpos en acción, cuerpos en movimiento promovidos y realizados por una comunidad.

Aquí en este espacio, los invito a Danzar, para gritarle a la vida, para compartir vibraciones, para hacernos preguntas…

Los invito a danzar sin pretextos.

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Autora: Tamara Chiz, (Montevideo, Uruguay, 1964)

Bailarina-técnicas del movimiento, educadora, facilitadora de lenguaje por el movimiento.

Co-creadora de Espacios inventados, gestora de proyectos de Danza Comunitaria. Formada por PhysioPilates Brasil/ Polestar, especialista superior en Pilates.

Vive en Brasilia, Brasil.

Egresada del Post grado Virtual de Especialización en Educación Artística Escuela de las Culturas-Centro de Altos Estudios Universitarios OIE, convenio MEC/OI.

Realizó sus estudios de danza contemporánea, en la Primera Escuela de Danza Moderna del Uruguay, dirigida por la Mtra.Hebe Rosa y se formó además en las áreas de técnica e improvisación con maestros como Giovanne Aguiar (Brasil), Nienke  Reehorst (Holanda), Marcelo Evelyn (Holanda-Brasil), Instituto Compañía José Limón (USA), Cubadanza 2005-2012 (Danza Contemporánea de Cuba, La Habana-Cuba), participando en diversos talleres de formación.

Integró el cuerpo docente de la “Primera Escuela de Danza Moderna del Uruguay”,  y de la Casa de la Cultura de la Intendencia Municipal de Montevideo, dictando cursos técnicos y de improvisación a niños, adolescentes y jóvenes.

Integró el Ballet de Cámara de Montevideo, bajo la dirección de la Mtra. y coreógrafa Hebe Rosa en calidad de bailarina y asistente de dirección. 

Co-creadora del  Proyecto “Espacios Inventados/ Lenguajes por el Movimiento” danza a Nivel Comunitario junto a la doc. Triana Fernández, implementado en el  Espacio Artístico “El Molinete” Centro Cultural Florencio Sánchez IMM (2007/2008/2009), Santa Catalina y Pajas Blancas por el SOCAT, MIDES y Esquinas de la Cultura IMM. (2007/2008/2009), Zona de Frontera Río Branco/Yaguarón, para el programa de Formación Artística que integra  Área de ciudadanía Cultural del Ministerio de Educación Y Cultura (2010).



2012-2014 participa en la ciudad de Brasilia, del colectivo artístico ATA Agrupação Teatral Amacaca bajo la dirección de Hugo Rodas.